Thursday, July 28, 2005



Que suerte he tenido de nacer,
Para estrechar la mano de un amigo.
Y poder asistir como testigo
Al milagro de cada amanecer.

Que suerte he tenido de nacer,
para tener la opción de la balanza.
Sopesar la derrota y la esperanza
Con la gloria y el miedo de caer.

Que suerte he tenido de nacer,
para entender que el honesto y el perverso.
Son dueños por igual del universo
aunque tengan distinto parecer.

Que suerte he tenido de nacer.
Para callar cuando habla el que mas sabe,
aprender a escuchar, esa es la clave,
si se tiene intenciones de saber.

Que suerte he tenido de nacer,
y lo digo sin falsos triunfalismo,
la victoria total, la de uno mismo
Se concreta en el ser y en el no ser.

Que suerte he tenido de nacer,
para cantarle a la gente y la rosa,
y al perro y al amor y a cualquier cosa
que puede al sentimiento recoger.

Que suerte he tenido de nacer,
para tener acceso a la fortuna.
De ser río en lugar de ser laguna,
de ser lluvia en lugar de ver llover.

Que suerte ha tenido de nacer,
para comer a conciencia la manzana,
sin el miedo ancestral a la sotana
y a la venganza final de Lucifer.

Pero sé, bien que sé...
que algún día también me moriré.
Si ahora vivo contento con mi suerte,
sabe Dios que pensaré cuando mi muerte,
cual será en la agonía mi balance.
No lo sé, nunca estuve en ese trance.

Pero sé, bien que sé...
que en mi viaje final escucharé
el ambiguo tañiz de las campanas
saludando mi adiós, y otra mañana
y otra voz, como yo, con otro acento
cantará a los cuatro vientos...

Que suerte he tenido de nacer.

Alberto Cortez